Dentro del vientre del unicornio y detrás de escena de una inversión de $456 millones
Después de tres años como Director de Marketing en Kiteworks, he adquirido algunas ideas invaluables sobre lo que realmente hace que una empresa funcione. Más importante aún, he aprendido lo que separa el grano de la paja en el mundo empresarial. Así que disfruta de este breve viaje por el vientre del unicornio, compartiendo las lecciones que he aprendido sobre cómo construir y mantener un negocio exitoso.
1. Recordando lo que significa ser un “negocio exitoso”
Primero, abordemos el elefante en la habitación: ¿qué constituye exactamente un “negocio exitoso”? En un pasado no tan lejano, el mundo tecnológico estaba enamorado de la idea de los unicornios: esas startups míticas valoradas en más de mil millones de dólares, a menudo sin haber obtenido nunca beneficios. Pero los tiempos han cambiado, amigos, y la era de los unicornios quemando dinero como si no hubiera un mañana ha terminado de verdad.
Volvamos a lo básico: un negocio exitoso es aquel que genera beneficios. Punto. No se trata de cuánto dinero puedes recaudar o qué tan rápido puedes escalar. Se trata de construir una empresa sostenible que genere más ingresos de los que gasta. ¿Concepto novedoso, verdad?
La burbuja tecnológica de principios de los 2000 debería habernos enseñado esta lección, pero parece que necesitábamos un curso de repaso. La reciente turbulencia económica ha sido un llamado de atención para muchos. Las empresas que alguna vez fueron las favoritas de Silicon Valley ahora enfrentan duras realidades. Hemos visto despidos masivos, caídas en las valoraciones e incluso algunas quiebras de alto perfil.
Entonces, ¿qué significa esto para los aspirantes a emprendedores y las empresas establecidas por igual? Significa que es hora de centrarse en los fundamentos. El crecimiento de los ingresos es genial, pero no a expensas de la rentabilidad. Los inversores se están volviendo cada vez más cautelosos con las empresas que no pueden demostrar un camino claro hacia la rentabilidad. Los días de “crecimiento a toda costa” han quedado atrás.
Este cambio no se trata solo de apaciguar a los inversores. Se trata de construir negocios que puedan resistir tormentas económicas, que puedan proporcionar valor a largo plazo a clientes, empleados y accionistas. Se trata de crear algo que perdure, no solo algo que haga ruido.
2. El poder de un equipo ejecutivo cohesionado
Ahora, hablemos de algo que puede hacer o deshacer una empresa: el equipo ejecutivo. He visto de primera mano lo crucial que es tener un grupo cohesionado en la cima. Basta de señalar con el dedo y del juego de culpas. Es hora de asumir tus fracasos, y los de tu equipo, y apoyarse mutuamente en lugar de buscar incendios para echar gasolina.
Un equipo ejecutivo unificado es como una máquina bien engrasada. Cuando todos están alineados con la visión y los objetivos de la empresa, ocurre la magia. Pero cuando hay discordia en la cima, se filtra a toda la organización, creando un ambiente tóxico que sofoca la innovación y la productividad.
En mis “vidas pasadas” proverbiales, he estado en reuniones donde los ejecutivos pasaban más tiempo protegiendo su territorio que resolviendo problemas. No solo es improductivo; es destructivo. En lugar de jugar al juego de culpas, necesitamos fomentar un ambiente donde los fracasos se vean como oportunidades de aprendizaje. Donde los ejecutivos se apoyen mutuamente, incluso cuando las cosas salen mal.
Esto no significa que no puedas estar en desacuerdo. El debate saludable es crucial para tomar buenas decisiones. Pero hay un mundo de diferencia entre una discusión constructiva y la política destructiva. Cuando la reunión termina, todo el equipo ejecutivo necesita presentar un frente unido al resto de la empresa.
Recuerda, tus empleados siempre están observando. Si ven un equipo de liderazgo fracturado, perderán confianza en la dirección de la empresa. Pero si ven un grupo de líderes trabajando juntos, apoyándose mutuamente y asumiendo colectivamente la responsabilidad tanto de los éxitos como de los fracasos, se sentirán inspirados para hacer lo mismo.
Puntos clave
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Enfócate en la Rentabilidad, No Solo en el Crecimiento:
Un negocio exitoso es aquel que genera beneficios. El crecimiento de los ingresos es genial, pero no a expensas de la rentabilidad. Los inversores se están volviendo cada vez más cautelosos con las empresas que no pueden demostrar un camino claro hacia la rentabilidad.
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Construye un Equipo Fuerte y Adaptable:
Al construir tu equipo, busca personas curiosas, resilientes y colaborativas. Estas son las personas que impulsarán tu negocio hacia adelante, encontrarán soluciones innovadoras a los problemas y crearán una cultura empresarial positiva. Cuídalos e invierte en su crecimiento.
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El Poder del Humor en los Negocios Está Subestimado:
Un sentido del humor puede disipar situaciones tensas, construir camaradería y mantener las cosas en perspectiva. No tengas miedo de mostrar tu lado humano y compartir una historia divertida o un chiste con tu equipo. Puede hacer que el lugar de trabajo sea más agradable y productivo.
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La Ejecución Supera a la Planificación y el Debate:
Realmente solo hay una manera de saber si algo va a funcionar: simplemente hazlo. La decisión por comité es una forma segura de ser superado por competidores más ágiles. No te quedes atrapado en ciclos interminables de planificación y debate: toma acción.
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Los Negocios Exitosos Tienen una Cultura Empresarial Positiva:
Una cultura empresarial positiva no se puede fabricar a través de ejercicios de formación de equipos o picnics de empresa. Se crea cuando las personas se sienten lo suficientemente cómodas para bromear y reír juntas, creando un sentido de pertenencia y camaradería. Como líder, fomenta esta cultura siendo auténtico y mostrando tu lado humano.
3. Toma de decisiones basada en datos: el antídoto para las corazonadas
En mi tiempo en Kiteworks, he aprendido por las malas que, aunque los instintos son valiosos, no son suficientes para basar estrategias empresariales críticas. Necesitamos tener un pulso constante en datos PRECISOS que cuenten la historia del negocio.
No me malinterpretes: no estoy descartando el valor de la experiencia y la intuición. Estos son activos invaluables en el kit de herramientas de cualquier líder empresarial. Pero deben usarse para guiarnos hacia las preguntas correctas que debemos hacer, no para tomar decisiones en el vacío.
Los datos deben ser la base de cada decisión importante. Ya sea lanzar un nuevo producto, entrar en un nuevo mercado o cambiar tu estrategia de precios, necesitas datos sólidos que lo respalden. Esto significa invertir en herramientas analíticas robustas y construir una cultura de alfabetización de datos en toda tu organización.
Pero aquí está el truco: no todos los datos son iguales. He visto empresas ahogarse en datos pero morir de hambre por falta de ideas. No basta con recopilar datos; necesitas asegurarte de que sean precisos, relevantes y accionables. Esto a menudo requiere una inversión significativa en infraestructura de datos y talento, pero créeme, vale cada centavo.
Una de las lecciones más valiosas que he aprendido es la importancia de probar e iterar. Usa los datos para formar hipótesis, pruébalas en el mundo real y luego analiza los resultados para informar tu próximo movimiento. Este enfoque te permite tomar decisiones audaces mientras minimizas el riesgo.
Recuerda, sin embargo, que los datos son una herramienta, no una muleta. Deben informar tus decisiones, no tomarlas por ti. Los mejores líderes saben cómo equilibrar las ideas basadas en datos con la visión estratégica y la creatividad.
4. El poder de las personas: el corazón de cada negocio exitoso
Aunque los datos son críticos, son las personas quienes les dan vida. Sin el equipo adecuado, incluso la estrategia más basada en datos fracasará. Y cuando digo “las personas adecuadas”, no me refiero solo a habilidades y experiencia. El factor clave que determina a las “personas adecuadas” es la actitud.
En mi experiencia, contrata por ajuste y perspectiva primero, inteligencia segundo y habilidades específicas tercero. ¿Por qué? Porque las habilidades se pueden enseñar, pero la actitud está arraigada. Un miembro del equipo con la actitud correcta aprenderá, se adaptará y crecerá con tu empresa. Aportarán energía y entusiasmo que pueden elevar a todo el equipo.
Esto no significa que debas ignorar las habilidades por completo, por supuesto. Pero en un entorno empresarial que cambia rápidamente, la capacidad de aprender y adaptarse a menudo es más valiosa que un conjunto específico de habilidades que podrían volverse obsoletas en unos años.
Al construir tu equipo, busca personas que sean curiosas, resilientes y colaborativas. Estas son las personas que impulsarán tu negocio hacia adelante, que encontrarán soluciones innovadoras a los problemas y que crearán una cultura empresarial positiva.
¿Y una vez que hayas construido este equipo de ensueño? Cuídalos. Invierte en su crecimiento. Crea un entorno donde puedan prosperar. Porque al final del día, tus personas son tu activo más valioso. Son quienes convertirán tu visión en realidad.
5. El poder subestimado del humor en los negocios
Ahora, hablemos de algo que a menudo se pasa por alto en el mundo empresarial: la importancia de tener sentido del humor. La vida es demasiado corta, y lo que creemos que es importante, nueve de cada diez veces, no lo es. Haz una broma, soluciona el problema y sigue adelante.
No puedo decirte cuántas veces he visto problemas menores convertirse en crisis mayores simplemente porque las personas se tomaron demasiado en serio. Un poco de humor puede disipar situaciones tensas, construir camaradería y mantener las cosas en perspectiva.
Esto no significa que debas reírte de los problemas serios o no tomarte tu trabajo en serio. Pero sí significa reconocer que no todos los problemas son una catástrofe. A veces, un chiste bien cronometrado puede ayudar a un equipo a dar un paso atrás, respirar y abordar un problema con ojos frescos.
El humor también juega un papel crucial en la construcción de una cultura empresarial positiva. Cuando las personas se sienten lo suficientemente cómodas para bromear y reír juntas, se crea un sentido de pertenencia y camaradería que no se puede fabricar a través de ejercicios de formación de equipos o picnics de empresa.
Como líder, no tengas miedo de mostrar tu lado humano. Comparte una historia divertida, ríete de ti mismo cuando cometas un error, celebra los éxitos con alegría y humor. Descubrirás que no solo hace que el lugar de trabajo sea más agradable, sino también más productivo.
6. El poder de la ejecución: simplemente hazlo
Finalmente, hablemos de algo que separa a las empresas exitosas de las que no lo son: la ejecución. Realmente solo hay una manera de saber si algo va a funcionar. Como Nike ha dicho famosamente, simplemente hazlo.
He visto demasiadas grandes ideas morir en la vid porque las empresas se quedaron atrapadas en ciclos interminables de planificación y debate. La decisión por comité es una forma segura de ser superado por competidores más ágiles.
No me malinterpretes: la planificación es importante. Pero en algún momento, necesitas apretar el gatillo, decir sí, presionar el botón de inicio, lo que sea necesario: simplemente toma acción.
Es mejor estar en el mercado que no estarlo, incluso si falla o causa un momento de vergüenza (ver la nota sobre reírse de las cosas). Siempre puedes corregir el rumbo basado en comentarios del mundo real. Pero si nunca lanzas, nunca sabrás lo que podría haber sido.
Este enfoque requiere una cierta tolerancia al riesgo y al fracaso. No todas las iniciativas serán un éxito rotundo. Pero cada intento, exitoso o no, proporciona lecciones valiosas que pueden informar tu próximo movimiento.
También requiere empoderar a tu equipo para tomar decisiones y actuar. Si cada decisión tiene que pasar por múltiples capas de aprobación, nunca te moverás lo suficientemente rápido para mantenerte competitivo.
Reflexiones finales
Al reflexionar sobre mis tres años como CMO en Kiteworks, estas son las lecciones que destacan. Construir un negocio exitoso no se trata solo de tener un gran producto o una estrategia de marketing ingeniosa. Se trata de crear una empresa rentable, fomentar un equipo de liderazgo cohesionado, tomar decisiones basadas en datos, contratar a las personas adecuadas, mantener un sentido del humor y, sobre todo, tomar acción.
El mundo empresarial está en constante evolución, y lo que funcionó ayer podría no funcionar mañana. Pero estos principios: rentabilidad, trabajo en equipo, datos, personas, humor y ejecución, son atemporales. Son la base sobre la cual se construyen los negocios exitosos, independientemente de la industria o la era.
Mientras navegas por tu propio viaje empresarial, te animo a que tengas estas lecciones en mente. Me han servido bien en mi tiempo dentro del vientre del unicornio, y espero que también te sirvan a ti. Recuerda, el éxito en los negocios no se trata de perseguir criaturas míticas o quemar dinero. Se trata de construir algo real, algo sostenible, algo que agregue valor al mundo.
Así que, aquí está para todos los emprendedores, ejecutivos y líderes empresariales. Que tus beneficios sean altos, tus equipos cohesivos, tus datos precisos, tus personas apasionadas, tus risas frecuentes y tu ejecución rápida. Aquí está para construir negocios que no solo sobrevivan, sino que prosperen.
Preguntas Frecuentes
Un negocio exitoso es aquel que genera beneficios, no solo se trata de crecimiento o escala. Se trata de construir una empresa sostenible que genere más ingresos de los que gasta. Esto significa centrarse en los fundamentos y ser consciente de los costos.
Los datos deben ser la base de cada decisión importante. Los datos precisos pueden informar tus estrategias y ayudarte a tomar mejores decisiones, pero no todos los datos son iguales: asegúrate de que sean precisos, relevantes y accionables. Invierte en herramientas analíticas robustas y construye una cultura de alfabetización de datos en toda tu organización.
Las personas son el corazón de cada negocio exitoso, y sin el equipo adecuado, incluso la estrategia más basada en datos fracasará. Contrata por ajuste y perspectiva primero, inteligencia segundo y habilidades específicas tercero, ya que la actitud es más importante que las habilidades o la experiencia.
La ejecución es lo que distingue a las empresas exitosas del resto. Se trata de apretar el gatillo en las decisiones, tomar acción y avanzar. No te quedes atrapado en ciclos interminables de planificación y debate: ¡simplemente hazlo!
Un sentido del humor puede disipar situaciones tensas, construir camaradería y mantener las cosas en perspectiva. Comparte historias divertidas, ríete de ti mismo cuando cometas errores y celebra los éxitos con alegría y humor. Esto creará una cultura empresarial positiva y hará que el lugar de trabajo sea más agradable y productivo.